SER SACERDOTE ES UNA DECISIÓN Y UN CAMINO

Desde hace dos semanas aproximadamente, la Iglesia Católica ha sido el centro de un debate sobre uno de sus pilares primordiales de la doctrina y fe de quienes la profesamos: EL CELIBATO.
El padre Alberto Cutié, uno de los más carismáticos y mediáticos de los sacerdotes, ha decidido separarse de nuestra Iglesia y pasar a las filas de los episcopales, una de las tantas ramas de la Iglesia Anglicana, para así poder casarse y rehuir de su promesa de castidad.
En realidad el matrimonio como el sacerdocio es una opción, un carisma y un compromiso cristiano. Por ello el unirse a una mujer en santo matrimonio es una bendición.
Hay sacerdotes, religiosos y religiosas que han dejado los hábitos por llevar una vida conyugal. De hecho no se impide su derecho al matrimonio, pero sí se suspenden sus privilegios y deberes sacerdotales. Por ello, el padre Cutié debió, como es la norma y moral, comunicar a sus superiores su disposición a dejar el celibato para casarse y no levantar un escandalete, poniendo a su grey e Iglesia en un entredicho farandulero y absurdo.
Hay que ser valiente para aceptar nuestros compromisos. Si uno desea ser tal o cual cosa libremente, pues se aceptan todos los deberes que de ella emanan. Así, el padre Cutié debió aceptar ser sacerdote, con el deber que eso amerita.
Así cada uno debe ser responsable de sus actos. Y ser profesor, ingeniero, doctor, militar también demanda una responsabilidad. Por ello, padre Alberto, pues jamás dejará de serlo, acepte su misión. O haga lo correcto y no socave a la institución que lo acunó y amó tanto tiempo.

4 comentarios:

  1. No somos nadie para juzgar las malas desiciones de otros, pues cada uno de nosotros tenemos harta cola para ser pisada, pero tratándose de la iglesia que es el cuerpo de nuestra fe, debería tomarse con más respeto y responsabilidad y si hay que retroceder sobre nuestros pasos debemos hacerlo lo más silencioso posible para evitar darle rienda suelta a los múltiples detractores de la Iglesia Católica.

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  2. Quien elige un camino debe ser fiel a sus decisiones. Y es verdad, nadie tiene derecho a ser juez supremo de los actos de otros, sólo Dios. Pero ser consecuente, consecuente.

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  3. "Errar es humano, perdonar es divino"

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  4. Cada quien elige el kamino ke desea seguir, pero siempre llega el momento en que la duda se apodera de uno y te preguntas si lo ke haces es verdaderamente lo ke kieres, y cuando te das cuenta que no... dejas todo por ir en busca de tu felicidad, aunke esa huida a muchos les paresk cobarde y alokada.

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